domingo, 22 de julio de 2012

SILENCIO E INDIFERENCIA SIMBOLOS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA INTRAFAMILIAR (ONU)


LA INDIFERENCIA CON LOS AFECTOS, ES VIOLENCIA SILENCIOSA




A menudo creemos que ser indiferente es una actitud pasiva que consiste en no hacer una acción, por ejemplo, no elogiar a nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres, nuestros amigos,  no compartir sus inquietudes y problemas, no manifestarle nuestro amor…

Sin embargo, la indiferencia no consiste sólo en dejar de hacer algo. Consiste en dañar mediante la supresión de nuestra intervención allí donde nuestra intervención sería esperable.

Todos esperamos algo del otro y el otro también espera algo de nosotros. Cuando esa espera se ve frustrada, la relación se resiente. Por ejemplo, llegar tarde a una cita, así esa cita sea en nuestro propio hogar para cenar, hacer aquello que se sabe que al otro le molesta, desoír sus reclamos, son actitudes que pueden también encuadrarse dentro de la indiferencia porque tienen como rasgo en común la indiferencia ante las demandas o expectativas del otro.

El silencio y su ponderación

Contrariamente a lo que se cree, no hacer algo que sería esperable es hacer algo que daña de manera seria una relación

Pocas son las personas capaces de percibir que la indiferencia no es una actitud pasiva, sino muy activa y que cuando se instala en cualquier relacion afectiva, ésta se convierte en un tóxico que la daña seriamente, pero en pequeñas cuotas.

Saber detectarla a tiempo es sustancial para poder aplicar el antídoto adecuado a ese poderoso tóxico. Pero si la indiferencia ya se ha instalado, a no desesperar. Siempre se está tiempo de revertirla


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Cómo se manifiesta

Es absolutamente adecuado para describir la toxicidad de la indiferencia: “En cualquier relacion afectiva con uno solo que sea indiferente basta”.
En efecto, hay relaciones afectivas que no son indiferentes de manera bilateral: sólo lo es uno de sus integrantes y el otro sufre de manera reiterada la frustración de estrellarse contra  un muro de silencio e indiferencia que no puede interpretarse de otra forma que como una manifestación de desamor, aunque no lo sea.
Sin embargo, la indiferencia es como un río caudaloso y termina por arrastrar tambien al otro integrante de la relacion que en un principio no era indiferente. Cansado de “darse la cabeza contra la pared” una y otra vez, termina por convertirse en indiferente con el fin de preservarse.
De todos modos, ya sea que la indiferencia sea unilateral o bilateral, siempre es un problema de ambos miembros de esa relacion. Se trata de una forma de toxicidad y las relaciones tóxicas siempre se generan de a dos, aunque sea sólo uno el que manifieste las características más evidentes de esa toxicidad. Además, aunque el que soporta la indiferencia jamás se convierta, a su vez, en indiferente, la actitud tóxica de la otra parte afectará a la relacion en su conjunto.

Las pistas de la indiferencia

La indiferencia tiene grados que pueden ir de la indiferencia leve en áreas precisas … a un bloqueo total del interés por la vida del otro que abarca desde sus sentimientos a su trabajo, sus planes de futuro y sus sueños.

Como se trata de un tóxico silencioso, es preciso estar muy atento a los pequeños indicios para poder detectarlo. Algunas de sus manifestaciones más corrientes son:

* Un silencio que “hace ruido” de parte de uno o de los dos integrantes de la relacion, ante hechos en los que serían esperables palabras de aliento.
* No estimular ni sentirse estimulado por el otro.
* Falta absoluta o casi absoluta de reclamos de afecto por una de las partes o de las dos.
* Aislamiento.
* Carencia de planes en común.
* Descuido del hábitat en el que se vive. Como uno o ninguno de los dos siente que ese lugar le pertenece, no lo cuida y pasa a ser más un hotel al que se va a dormir que un hogar.
* Fuerte sentimiento de frustración por una o por ambas partes.
* Descuidos afectivos respecto del otro y falta de interés.
* Rabia que no se manifiesta en palabras.
* Rencores de vieja data hacia el otro, deudas pendientes de afecto que se consideran insalvables.

Aunque en muchos casos la indiferencia propia no es percibida como tal, la indiferencia del otro es percibida como una actitud de desamor. El peligro es que, con el tiempo, cuando esta situación persiste, la indiferencia se “naturaliza” y cada uno termina por no esperar nada del otro dejando así la dupla de esa relacion, para transformarse en dos personas que, por alguna extraña razón, comparten el mismo espacio no sólo físico, sino también existencial.

¿Por qué se elige, sin saberlo, ponerle sordina al amor?

Cualquier relacion afectiva en la que hay indiferencia es una relacion que ha congelado sus sentimientos, que los ha puesto en el freezer a la espera de mejores oportunidades para manifestarlo, es una dupla amorosa que, ante la imposibilidad de resolver sus problemas de otra forma, ha decidido vivir con sordina.
¿Por qué una relacion cae en esta forma de toxicidad?

Las razones son diversas, pero podrían resumirse en la siguiente lista:

* Porque falla la comunicación y uno de los integrantes de la relacion o ambos no encuentran la forma de manifestar sus conflictos a través de las palabras.
* Porque uno o los dos integrantes de la relacion son pesimistas, no creen que los conflictos puedan resolverse y creen que poniéndolos en estado de hibernación lograrán mantener la relación a pesar de todo.
* Porque cada uno confía en que el otro reaccionará ante la indiferencia y, si esto no sucede en un tiempo prudencial, ambos terminan por bajar los brazos y por conformarse con una relación poco satisfactoria.
* Porque ambas partes  sienten  miedo a poner los conflictos sobre la mesa.
* Porque uno o ambos provienen de familias en que no había práctica de diálogo y, en consecuencia, carecen de práctica en el intercambio lingüístico cuando éste está relacionado con cuestiones íntimas.
* Porque se piensa que a “las cosas del amor” no es necesario explicarlas con palabras y que, si es preciso explicarlas con palabras, es porque no hay amor.
* Porque ambos integrantes confían en que. el tiempo terminará por arreglar los conflictos sin que medie su intervención
* Porque cada integrante siente que la indiferencia es un sentimiento que “lo pone a salvo del otro” al generarle distancia afectiva respecto de él.
* Porque es una forma tóxica “elegante”: no hay gritos, no hay discusiones, el resto del entorno no se enteran aunque haga que esa relacion viva en la frustración.
* Porque se cree erróneamente que la indiferencia no es una forma de violencia y que, si no hay violencia, la relación está bien.
* Porque no puede reconocerse la indigencia como  una disfunción dentro de la relación.
* Porque la indiferencia se ofrece al principio como una suerte de “refugio” en el que atrincherarse.
* Porque su carácter tóxico es difícil de detectar.

Un tóxico peligroso

Bajo una apariencia inocua, la indiferencia esconde un alto grado de toxicidad. Cualquier relacion afectiva puede convivir mucho tiempo, incluso toda la vida, segregando este tipo de tóxico, pero, pasados ciertos límites de permanencia e intensidad, esa relacion dejará de ser tal, aunque siga junta.

La indiferencia es un sentimiento destructivo porque genera  un progresivo sentimiento de distancia y extrañamiento respecto del otro. Cuando esa forma de relación subsiste a través del tiempo, quienes alguna vez dijeron sentir afecto o amor, terminan por convertirse en dos extraños con pocas cosas en común, como no sea el espacio físico que comparten.

Afortunadamente, como todos los funcionamientos tóxicos de la relacion, también la indiferencia puede revertirse.

Y lo más  importante de esta buena noticia es que no es preciso invertir el resto de nuestras vidas tratando de averiguar por qué la otra persona funciona de esa forma.

Dicen los orientales que el aleteo de una mariposa en un hemisferio puede producir un huracán en el otro. Esto es particularmente cierto cuando se trata de combatir esta actitud tóxica: pequeños cambios de actitud pueden generar enormes cambios en la calidad del vínculo.

Empezar a demostrar AMOR, con actitudes y palabras, aunque el otro no los corresponda, pueden ser un buen inicio de cambio, que muchas veces funciona.  En algunos casos, será necesario recurrir a un profesional capaz de establecer una guía de actitudes a incorporar por las partes para salir del círculo vicioso en que están inmersos.


Fuente: http://mariarosa1971.wordpress.com/2011/05/05/la-indiferencia-con-los-afectos-es-violencia-silenciosa/




jueves, 19 de julio de 2012

Divertirse ayuda a estar en buena forma física


Más de una persona ha comprobado que las dietas rigurosas y las rutinas esclavizantes de ejercicio no sirven para bajar de peso, o si lo hacen inicialmente, después todo vuelve a ser como antes, es decir, apenas deja el sacrificio se sube de peso.
Por eso, hoy la tendencia es buscar alternativas que le generen diversión, entretenimiento y a la vez le ayuden a bajar esos kilos de más, pero también a mantenerse en forma.
Eso sí, acompañando la actividad física de una alimentación balanceada.
DISCIPLINA SEXY
Un tubo y su cuerpo son las mejores herramientas para adquirir destrezas de sensualidad que le ayudarán a trabajar el sistema cardiovascular y a tonificar sus músculos.
Sí, es el famoso tubo vertical que hacía parte de los bares y cabarets, y que hoy sale de ese contexto para llegar a los gimnasios, donde expertas entrenadoras enseñan el arte del pole dance.
Para Andrea Martín, licenciada en educación física, entrenadora y bailarina de Bogotá Pole Dance Studio, el acondicionamiento físico, estilizar la figura, adquirir fuerza, flexibilidad e incrementar la resistencia cardiovascular son algunos de los beneficios que se adquieren por medio de esta disciplina.
El arte de seducción que se ejecuta a través de giros alrededor de la barra, las transiciones, la elegancia y la coordinación que se adquieren con los pasos de baile, “ayudan a las mujeres a sentirse seguras y a elevar su nivel del autoestima, porque durante las clases se reflejan todo el tiempo en el espejo y este es un estimulante para corregir las posturas, ponerse retos y sentirse bien consigo misma”, explica Martín.
La fuerza se ejecuta con las piernas, brazos y tronco.
De este modo “se hace un ejercicio anaeróbico, que permite realizar rutinas con cargas específicas que se trabajan alrededor de una hora”, dice la experta, fortaleciendo las articulaciones y también ayudando a liberar el estrés y a conciliar el sueño con mayor facilidad.
CON SU PROPIO PESO
El TRX también se toma los gimnasios, los parques o la casa. Solo basta con anclar a la pared o a una vara unas bandas elásticas.
La base de este deporte es aprovechar el grado de inclinación del peso corporal; “de esta manera las manos y los pies deben permanecer ligeramente sostenidos por uno de los puntos de anclaje de las bandas, mientras que el extremo opuesto está en contacto con el suelo.
Estos stos ejercicios son ideales para reducir medidas, desarrollar fuerza, equilibrio, coordinación, flexibilidad, potencia y estabilidad en los músculos”, explica Jhon Cedano, entrenador de TRX, de Home Fitness.
Aporta “ estabilidad central (core) al cuerpo, para que pueda estar de pie, trasladarse, caminar, correr, empujar, acercar objetos, desarrollando una exigencia deportiva por medio de este método”.
LA TEMPERATURAJUEGA UN PAPELFUNDAMENTAL
El método Figurella combina movimientos personalizados enfocados en las diferentes partes del cuerpo y una temperatura de 36,8 grados, la misma del cuerpo humano, para que la enzima responsable de la disolución de la grasa (enzima lipasis) trabaje de la forma correcta.
“Con 20, 25 minutos de movimientos, dos veces por semana, logramos reducir medidas justo donde lo necesitamos.
Hacen parte del tratamiento movimientos específicos para tonificar”, explica María Mezzatesta, representante de Figurella Colombia.
“El programa utiliza dos aparatos de alta tecnología para estimular la circulación sanguínea, mediante el movimiento, la oxigenación de los tejidos y la reactivación de la actividad enzimática. Los aparatos son exclusivos de Figurella”, agrega.
Ana María Fresneda
Redactora de CEET