martes, 29 de enero de 2013

EL EGOISMO ES LO CONTRARIO AL AMOR

EL AMOR NO ES EGOÍSTA


Si hay una palabra que signifique en esencia lo opuesto al amor, es egoísmo. Por desgracia, todas las personas lo traen arraigado desde el nacimiento. Puedes verlo en el comportamiento de los niños y, a menudo, en el maltrato entre adultos. El origen de casi todo acto pecaminoso que se haya cometido puede encontrarse en una motivación egoísta. Es un rasgo que detestamos en las demás personas pero que justificamos en nuestro caso. Sin embargo, no puedes señalar las muchas maneras en las que tu cónyuge es egoísta sin admitir que tú también podrías serlo. Sería hipócrita.


Cuando un esposo pone sus intereses, sus deseos y sus prioridades antes que su esposa, es una señal de egoísmo. Cuando una esposa se queja sin parar del tiempo y la energía que gasta para satisfacer las necesidades de su esposo, es una señal de egoísmo. Sin embargo, el amor «no busca lo suyo» (1 Corintios 13:5). Las parejas amorosas (las que disfrutan del propósito pleno del matrimonio) se empeñan en cuidar bien al otro ser humano imperfecto con quien comparten la vida. Esto se debe a que el verdadero amor busca maneras de decir “sí”.


Además, el amor trae una alegría interior. Cuando le das prioridad al bienestar de tu pareja, hay una satisfacción que las acciones egoístas no pueden copiar. Es un beneficio que Dios creó y lo reserva para quienes demuestran amor en forma genuina. La verdad es que cuando renuncias a tus derechos por el bien de tu pareja, tienes la oportunidad de pasar a un segundo lugar en pro del propósito supremo del matrimonio.


Nadie te conoce tan bien como tu cónyuge. Esto significa que nadie reconocerá con mayor rapidez un cambio cuando en forma deliberada comiences a sacrificar tus necesidades y deseos para asegurarte de que los de tu pareja se satisfagan.


Si te resulta difícil sacrificar tus propios deseos para beneficiar a tu cónyuge, quizá tengas un problema más profundo con el egoísmo de lo que quieres admitir.

miércoles, 23 de enero de 2013

LOS PADRES Y LA CONSTRUCCIÓN DE VIDA


Según especialistas, los padres ideales deberían tener estas características:
  • Brindar amor incondicional
  • Permitir a los hijos expresarse siempre (no limitar sus ideas, emociones o sensaciones porque podrían ser reprimidos o sufrir burlas)
  • Dejar que los hijos sean ellos mismos (mostrarse tal cual son sin máscaras ni disfraces)
  • Promuevan el respeto de las propiedades (sé lo que es mío y lo que es de los demás, nadie viene y revisa mis cosas si mi autorización y luego me reclama por algo que no le gusta)
  • Enseñen a poner límites sanos y correctos (ni dejo que alguien entre de forma abrumadora en mi vida, ni pongo muros impenetrables)
  • Permitan la existencia de confianza (puedo relacionarme con los demás sin necesidad de estar a la defensiva por miedo a que lastimen)
  • Enseñen a separarse de los padres de forma sana (soy eficaz y responsable, tengo las habilidades para responder ante los eventos de la vida, y se evita el problema de la actualidad en que los hijos tienen más de 30 años y siguen viviendo en su casa)
  • Brinden la capacidad para construir el futuro (la vida se construye poco a poco, es como un edición que se va poniendo pisos, incluyendo la pareja con mismos valores y principios, en la vida en pareja es necesario ver si quiere construir lo mismo que tu, y no quedarse con el que sea por miedo a perder la oportunidad).
Sin embargo especialistas señalan que la realidad más bien está llena de:
  • Inseguridad (sarcasmo, y problemas, carencia, una persona que no sabe de violencia no la expresara en otro lado, los seres humanos reaccionan ante las circunstancias)
  • No confió (ni en mi madre porque ya me ha traicionado y lo volverá a hacer y son eventos poco importantes en la adustez, pero el problema es que el evento fue vivido por un niño)
  • No soy valioso (si una mujer se sintiera valiosa jamás permitiría que hubiera violencia domestica, y al restarse valor, permite incluso infidelidades porque sabe que habrá una recompensa y asimila que el tamaño del regalo revela el tamaño de la culpa)
  • Amor condicionado (los padres amenazan a los hijos con retirarles su amor si no actúan de determinada forma)
  • El mundo es hostil (creencia que todos tienen mala voluntad y que nadie me comprende)
  • No debo expresar mis emociones ( las niñas bonitas no se enojan, los hombres no lloran, pero las emociones son inherentes al ser humano, la clave está en saber que hacen las emociones conmigo ,soy su títere o me sirven se impulso para resolver mis problemas, porque si las uso mal solo lastimo a quienes quiero, si alguien sufre y no sabe porque es porque tiene atorado el evento traumático de su infancia y no lo ha sabido procesar, y lo mejor es decir las cosas por las que están molestos y no se externa, en un momento voy andar un golpe por la espalda)
  • Vivo con mascaras y disfraces (crecer con culpas la sensación de no valía, me hace sentir una pequeña disfrazada de señora grande que enfrenta todo, aunque también hay mascaras de víctima)
  • Escondo mi yo (debemos esforzarnos por mejorar, pero aceptarnos como somos, y tener muy claro que cometemos errores, pero que nosotros no somos)
  • Dependo del exterior (hacer creer que soy una súper persona)
  • Mis necesidades no siempre son cubiertas (definir entre deseos y necesidades dejar de creer que tener determinada blusa es de primera necesidad, y dar prioridad a necesidades básicas como comer e ir al baño y no dejarlo para luego porque estamos haciendo otras cosas)
Páramo señaló que todo esto ocurre por las heridas que se sufrieron en la primera infancia, que en gestalt se dividen en seis, se reflejan no solo en el comportamiento de las personas, sino incluso en su físico y su forma de hablar, pero que pueden cambiarse con un proceso de perdón.